Las hormonas placentarias provocan un aumento de la secreción sebácea del cuero cabelludo, por tanto los cambios afectan según cómo sea el tipo de pelo de la mujer antes de quedar embarazada: seco, normal o graso.
Al igual que sucede con las uñas en el embarazo, no hay una regla para todas las mujeres. Mientras que en algunas el pelo crece más fuerte y brillante que nunca y lucen estupenda melena durante el embarazo, a otras se les vuelve quebradizo y débil.
En las mujeres con pelo seco, el aumento de la secreción sebácea les viene fenomenal, mejorando el aspecto de su cabello, volviéndolo fuerte, con vitalidad y brillo.
Las mujeres con pelo normal no deben descuidarlo, ya que lo mismo puede volverse seco o graso, según como afecten las hormonas. Es necesario lavarlo a menudo con champú de uso frecuente para controlar la secreción sebácea e hidratárlo con acondicionadores y mascarillas para evitar que se reseque.
